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Aprende a poner las pinzas para arrancar el coche

¿Cómo poner las pinzas para arrancar el coche?

¿Te has quedado sin batería y el coche no arranca? Si tienes unos cables con pinzas, puedes solucionarlo tú mismo.

 La batería de tu coche puede descargarse porque has dejado algo encendido (las luces, la radio o una puerta mal cerrada)  o simplemente que tu coche ha pasado varios meses parado y la batería se ha ido descargando ella sola. Puedes llevarlo al taller, pero es fácil ahorrarse la mano de obra e incluso el cambio de una batería nueva que quizás no necesites (si se vuelve a descargar pronto puede que sí).  Como verás a continuación, es muy sencillo arrancar un coche con unas pinzas.

Resumen:

Primer paso

Lo primero es tener a mano unas pinzas para el coche, que servirán para transferir la energía de una batería llena a la vacía que tiene el otro coche. Cuanto más largo sean los cables de arranque (normalmente uno rojo y el otro negro) más fácil será ponerlos y menos maniobras habrá que hacer para colocar los coches. Además es fundamental mantener siempre separadas las carrocerías de ambos coches para evitar que se pueda producir un cortocircuito o salte una chispa.

Las pinzas que forman parte de esos cables pueden ser de diferentes formas, pero todas deben tener la suficiente presión como para poder agarrar y sujetar firmemente los bornes de las baterías. El cable color rojo, con las pinzas del mismo color, se emplea para interconectar los bornes positivos (+), mientras que el cable negro, con las pinzas también negras, se emplean para interconectar los bornes negativos (–) o “tierra” de las baterías.

Por seguridad, antes de realizar el puente entre las baterías de dos coches, apaga por completo el interruptor de arranque en ambos coches y echa el freno de mano en cada uno. Tendrías que evitar también que cualquier ventilador o motor eléctrico auxiliar se pueda poner en funcionamiento antes de arrancar el motor principal del coche con la batería descargada.

Segundo paso

Una vez que tienes las pinzas, hay que localizar dónde están las baterías en los coches. Normalmente está bajo el capó del coche, pero no siempre, pues en algunos coches está situada debajo del asiento trasero de pasajeros, por ejemplo.

Una vez localizadas las dos baterías, identifica sus bornes positivo y negativo (el positivo tiene el signo más +). Empieza la conexión: Coloca una de las pinzas del cable rojo en el borne positivo de la batería del coche cargado.

Tercer paso:

Coloca la pinza del otro extremo del cable rojo en el borne positivo (+) de la batería del coche descargado. Comprueba que el cable está unido firmemente a ambos lados y que  no se puedan soltar de los bornes en un descuido: así evitarás que se  produzca un cortocircuito si tocasen alguna parte metálica del coche o el otro borne de la batería.

Cuarto paso:

Una vez fijadas las dos pinzas del cable rojo, toca colocar una de las pinzas del cable negro (signo menos ‘-‘) en el borne negativo de la batería que está cargada.

Quinto paso:

Solo queda un lado del cable negro. No va en el borne negativo del coche descargado. Hay que fijarla en alguna parte metálica del bastidor, del chasis, o del propio bloque del motor del coche que tiene la batería descargada (sin pintura para que haga buen contacto eléctrico). ¿Por qué no al borne negativo de la batería descargada? Por motivos de seguridad: Así evitarás que, si al conectar dicha pinza directamente al borne de la batería salta una chispa, se produzca una explosión si tiene alguna fuga de gas hidrógeno. Pero si no encuentras ningún punto apropiado en el chasis para conectar la pinza, no quedará otra alternativa que hacerlo directamente al borne negativo de la batería descargada. Eso sí, asegúrate antes que no tenga ningún tipo de deterioro.

De todos modos, para prevenir este tipo de problema problemas, fíjala siempre alejada de la batería y de otros lugares donde pueda haber combustible. Evitando ponerla en el borne negativo se crea una conexión a “tierra”, “negativa” común para todos los equipos y dispositivos instalados en el coche. De esa forma los fabricantes consiguen ahorrar una buena cantidad de cables en toda la instalación eléctrica de los coches.

Comprueba que los cables con los que has conectado ambas baterías no rocen con algún mecanismo que se ponga en movimiento al arrancar el motor (ventilador, correas…). Así evitarás que alguna pinzas se suelte o dañar el forro de los cables y que se pueda producir un cortocircuito.

Sexto paso

Realizadas las últimas comprobaciones, arranca el motor del coche que tiene la batería cargada, acelera un poco y mantenlo funcionando algunos minutos para que la batería se recargue bien. Así evitarás que esta batería deba hacer un sobreesfuerzo al tratar de arrancar el motor del otro coche.

Pasados unos minutos, apaga el motor de ese coche y trata inmediatamente de arrancar el del coche que tiene la batería descargada. Cuando arranque, acelérelo un poco y manténgalo funcionando unos minutos para que la batería se cargue un poco. Después de arrancar el coche con otra batería y recorrer algunos kilómetros tendría que recobrar la carga y no presentar más problemas para volver a poner en marcha el motor.

Una vez que el motor arranca bien, retira las pinzas del coche siguiendo el orden inverso a cómo se colocaron. ¡Ten cuidado de que no se toquen entre sí o toquen alguna parte metálica del coche!

¿Y si no arranca?

Si después de realizar varios intentos el motor de arranque no tiene fuerza para arrancar el coche (o no hace ni siquiera el intento), revise si alguna de las pinzas se ha soltado o no hacen buen contacto eléctrico. Inténtalo de nuevo, pero si el problema persiste lo más probable es que debas cambiar la batería por otra. También puede que sea otro elemento del arranque eléctrico del coche… pero entonces no quedará más remedio que visitar un mecánico que revise el circuito eléctrico de arranque y el circuito de las bujías.

¿Y si se vuelve a descargar de inmediato?

Es probable que le falte agua destilada a los vasos, o que la batería esté ya gastada o “sulfatada”, por haber llegado al final de su vida útil. Si después de rellenar los vasos con agua destilada y recorrer unos kilómetros más la batería continúa sin retener carga, entonces lo mejor será sustituirla por una nueva o intentar aplicarle una carga completa empleando un cargador para baterías.

También si contamos con una batería de reserva guardada en el garaje y la mantenemos siempre a plena carga, podemos sustituirla en el coche por la que está descargada, o conectarla igualmente por medio de un puente a la batería del coche que la tiene descargada, utilizando el juego de cables de conexión al que se ha hecho referencia y siguiendo los pasos anteriormente explicados. Así es posible que no sea necesario utilizar la de un segundo coche.

 

 

 

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